Según informes científicos, las resonancias magnéticas han demostrado que, al escuchar 111 Hz, nuestro cerebro reduce la actividad del córtex prefrontal y ralentiza el llamado "centro del lenguaje", induciendo una fase exactamente a 111 Hz. Esta reacción da lugar a un nivel divino de meditación.

Manifiesta un flujo radiante de luz blanca pura procedente de la fuente original, fluyendo a través de todos los niveles de tu ser y filtrándose profundamente en la Madre Tierra. Deja que esta luz sanadora fluya en cada célula de tu ser. Purifica cada parte de ti mismo y permítete desprenderte de todo lo que te obstaculiza en tu camino y ya no te sirve.

La frecuencia de 75 Hz se asocia con la conexión a tierra y la armonización de los ritmos naturales de nuestro cuerpo, así como con el restablecimiento del equilibrio de nuestro sistema nervioso. Nos permite volver a un estado en el que nos sentimos tranquilos, profundamente relajados y centrados.

Cuando nos encontramos en nuestro centro interior, nos sentimos tranquilos, atentos y conscientes. Estamos totalmente en el momento presente, no haciendo, sino siendo. Podemos sentir cómo todo lo que nos rodea está conectado. No sentimos tensión, resistencia ni esfuerzo. Incluso la sensación de que estamos intentando centrarnos desaparece: Podemos simplemente ser. No hay sentimientos ni emociones positivas o negativas. Estamos tranquilos, equilibrados y centrados.

Se dice que la frecuencia de 111hz, también conocida como "frecuencia divina", es una frecuencia que permite etapas intensas de meditación profunda y, por tanto, conecta con reinos espirituales superiores.

Según informes científicos, las resonancias magnéticas han demostrado que, al escuchar 111 Hz, nuestro cerebro reduce la actividad del córtex prefrontal y ralentiza el llamado "centro del lenguaje", induciendo una fase exactamente a 111 Hz.