Al igual que una melodía puede componerse con las 7 notas de una octava, los 7 chakras son la banda sonora de nuestra vida. Y al igual que la construcción de una casa empieza por los cimientos, el trabajo con los chakras empieza por la raíz. Por lo tanto, también en este vídeo, la música comienza con la frecuencia más baja y asciende sucesivamente a través de los chakras correspondientes hasta el chakra corona.

Nuestros chakras superiores son nuestros enlaces con nuestra verdad, intuición y ser espiritual. El chakra del corazón actúa como un canal para conducir la energía básica a través del centro del corazón hacia los chakras superiores con amor y facilidad. Esto une nuestro ser físico con nuestro ser espiritual superior.

Nuestros 3 primeros chakras están relacionados con nuestras necesidades y emociones básicas: Nuestro chakra raíz (también llamado "Muladhara") nos mantiene con los pies en la tierra y estables en la vida. El chakra sacro - o "Svadhisthana" - contiene, entre otras cosas, el instinto reproductor, pero también sentimientos como la autoestima. Por último, en el chakra del plexo solar, el chakra "Manipura", encontramos nuestra capacidad de posicionarnos e imponernos en nuestro entorno.

El chakra de la corona, también llamado "Sahasrara", se considera generalmente el séptimo chakra primario y está situado en la parte superior de la cabeza. Se dice que Sahasrara es el chakra más sutil del sistema, vinculado a la conciencia más pura. De este chakra emanan todos los demás chakras.

El chakra del tercer ojo, también llamado "Ajna", es nuestro centro de intuición y previsión. Nos conecta con nuestra intuición superior y la guía del alma. El chakra del tercer ojo está situado ligeramente por encima y en el entrecejo y a veces también se le llama "chakra de la frente". Es a través del chakra del tercer ojo que recibimos la guía de nuestra alma a través de la intuición. Por eso también puede llamarse "las puertas del alma".