Esta música para dormir se ha compuesto con amor en la frecuencia curativa Solfeggio de 528 Hz y se ha integrado con relajantes sonidos de lluvia. Además, se ha añadido un sonido isocrónico de ondas cerebrales alfa de 8 Hz para ayudarte a alcanzar un estado de atención plena y reducir los síntomas del estrés, la ansiedad y la depresión.

En esta edición de 9 horas la animación se desvanece progresivamente durante los primeros 5 minutos y la pantalla permanece en negro hasta el final.

Supera tus miedos, libera tus bloqueos y restaura tu amor propio natural con esta poderosa combinación de frecuencias curativas Solfeggio de 396Hz y 528Hz. Esta música, especialmente compuesta para la meditación y/o para dormir, está aquí para ti, para ayudarte con amor a superar todos los miedos e inseguridades y vencer todos los obstáculos en tu camino hacia un amor propio sano, puro e incondicional.

Nuestro chakra sacro (también llamado "Svadhisthana") es responsable del movimiento, el flujo, la atención, el placer, las relaciones, la reproducción y mucho más. Los temas del Svadhisthana son la creación de alegría, felicidad y relaciones amorosas. La energía del chakra sacro almacena deseos, sentimientos y emociones.

Cuando nos encontramos en nuestro centro interior, nos sentimos tranquilos, atentos y conscientes. Estamos totalmente en el momento presente, no haciendo, sino siendo. Podemos sentir cómo todo lo que nos rodea está conectado. No sentimos tensión, resistencia ni esfuerzo. Incluso la sensación de que estamos intentando centrarnos desaparece: Podemos simplemente ser. No hay sentimientos ni emociones positivas o negativas. Estamos tranquilos, equilibrados y centrados.

Es bien sabido que la música no sólo afecta a nuestra psique. También puede influir positivamente en funciones internas como la tensión arterial, la frecuencia cardiaca e incluso el dolor físico, entre otras cosas. Está demostrado que la música sintonizada a 432 Hz es relajante para el cuerpo y la mente, y a menudo se percibe como más armoniosa y agradable que la frecuencia "estándar" de 440 Hz a la que está sintonizada la mayor parte de la música moderna que escuchamos.